Wasted Childhood/Niñez Gastada

Nunca aprendi a calibrar mi bicicleta, tampoco aprendi a culatear.  Yo era un muchacho de mi casa, de eso que no podian salir jugar a la calle sin permiso.  Viviendo en una segunda planta yo veia el mundo desde el balcon.  No era que no me dejaban salir a jugar, era que tenia que hacerlo con permiso y si mami no estaba ahi no podia salir.   Ella llegaba del trabajo despues de las cinco de la tarde.   Nosotros fuimos uno de los pocos que tenian su propia bicicleta en la calle Bahoruco, pero era rara vez que la sacabamos.  La escalera del frente estaba en forma de caracol (espiral), asi que para bajarla sin ayuda era algo precarioso: par de escalones, torcerla un poco, mas escalones, mas torcida.  Eso era una mision.  Otra forma seria bajarla por el patio, donde la escalera era mas regular, recta por 8 escalones hasta un Escalon que servia de plataforma y se doblaba en un angulo recto hasta el patio (12-14 escalones mas), pero despues para sacarla a la calle se necesitaba pasar por la casa de uno de los vecinos de abajo, y si hicimos ese procedimiento tres veces fueron demasiadas, pues no era cosa de nosotros molestar a los vecinos.

Asi que mis primeras memorias de la bicicleta que papi nos trajo de NY en un caja marron y el mismo la armo en casa de Fifa, fueron de la bicicleta cogiendo polvo detras de la puerta.  Yo aprendi a montar bicicleta en ella, nunca tuve la fiebre que tienen aquellos que no tenian bicicletas (que alquilaban vueltas o por tiempo solo para andar pa’rriba y pa’bajo) y cuando me daba un poco la fiebre la sacaba y la montaba los 15 pies que media el balcon, pero era tan estrecho que no podia doblarla para devolverme asi que tenia que darle de reversa para volver a darle para delante.


Cuando creci se me hizo mas facil bajarla por la escalera caracol, y una vez la saque para ir con un amigo de la escuela (Raul) a la casa de otro (Franchy) por alla cerca de Herrera.  Para mi no fue la gran cosa, pues aplicaba lo que ya sabia, cuidado de los carros y velar las luces de trafico.  Pero habia que pasar por grandes avenidas (Duarte, Maximo Gomez y otras mas) donde cualquiera con conciencia veria que eso era algo peligroso para un ciclista amateur, y para colmo nos cayo un tremendo aguacero.  Yo Sali de mi casa como a las dos de la tarde (despues de comer).  Me junte con mi amigo Raul cerca de su casa y nos tiramos pa’donde Franchy, bien quita’o de bulla.  Recuerdo que llegamos, pero no recuerdo si hicimos algo que meritaba ese viaje.  Nos regresamos y nos cayo mucha agua (sabian que los frenos de las bicicletas cuando mojan no funcionan?), yo llegue a mi casa en el Simon Bolivar de noche (tenian que ser mas de las 7:30pm) y no habia luz en el barrio.  Me encontre con mami haciendo la cena y me pregunto que pa’donde andaba en la bicicleta y le explique, pues para mi todavia no era una gran cosa.  Lo unico que medio fue un boche (I guess I was too old to get a spanking).  Ella me dijo que le contaron que yo andaba casi por Herrera, que un amigo de la familia me habia visto dando pedales por ahi.  Que suerte la mia, no?  Nunca se sabe quien te esta chequeando, por eso lo mejor es siempre decir la verdad.  Cuando le contaron a papi este cuento se le quedo grabado, no se si por que no se esperaba eso de mi o la odisea que pase, pues siempre que lo menciona lo hace sonriendo.

Bueno en la bicicleta yo subia y bajaba contenes, manejaba con una mano,  sin manos, doblaba esquina con las manos detras de la cabeza, pero eso de culatear o de calibrar nunca lo pude hacer, quizas nunca lo practique lo suficiente, pues caerme en el asfalto y pelarme la espalda y los brazos no estaba en mi lista de cosas que queria hacer.  Lo mismo me paso con el skateboard que teniamos.  Lo aprendi a montar, pero no hacer trucos en el.  No era uno de los finitos de plastico (con los que se aprende a hacer trucos y son ligeros),  sino de madera y ancho.  Era rojo y tenia un ninja dibujado, con titulo y todo: “Enter the ninja”.  Muchas veces lo use como carrito de caja’e bola.